Un domingo de bajón puede empezar lentamente o de golpe, cuando comienza a sentirse esa angustia o vacío que parece amargar la vida.
En realidad, pienso que ese sentimiento está muy ligado a una falta de sentido, soledad que pueden ser evitadas que aprendiendo a aceptar y disfrutar el momento, o bien, dibujando un plan que nos ayude a obtener “la foto” de nuestro plan maestro.
En cualquiera de los dos casos, hay que disfrutar el trabajo o el descanso.
Creo que la edad y el contexto ayudan para dejar de esperar que cada día sea una aventura empacada de nuevas y existentes aventuras -no porque sea malo en si-, cambiándolas por encontrar un gozo en cosas pequeñas con una alta carga de satisfacción.
- Comer algo rico
- Dormir hasta tarde
- Arreglar el closet o hacer limpieza profunda
- Armar un plan o investigar cuáles pueden ser tus siguientes pasos
- Ver un partido de tu equipo favorito
- Darte un chiqueo o ponerte esa mascarilla que toma más de 15 minutos
- O descansar, sabiendo que mundo puede esperar un poco a que recargues pilas y te des un espacio
En fin, creo que ser más amables con las expectativas sobre nosotros mismos nos permite ser un poco más felicites y sanar lentamente tras el estrés de todos los días.
Así que, si comienzas a sentir ganas de que empiece el lunes con tal de matar el domingo, pregúntate que se te antoja y date el gusto de disfrutar los pequeños palacetes que nos da la vida.
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