Nadie quiere hablar de pies… por lo menos hasta que llegue el verano. Tener unos pies bonitos y bien arreglados es un básico en cualquier rutina de belleza, lo ha hecho del pedicure uno de los servicios imperdibles en cualquier spa.

Durante la pandemia por CoVID, muchos elegimos quedarnos en casa y cuidarnos al evitar salidas innecesarias, lo que resulto en una búsqueda para recuperar unos pies bien cuidados en casa. Por ello recopile los 5 productos básicos que amo para cuidar tus pies.   



1. ProLinc Callus Remover de Be Natural (Remover de Callosidades)

Tengo que admitir que este proviene directamente del salón en donde me realizó la pedicura y es que desde la primera vez que me lo aplicaron me enamore. 


Callus Eliminator de ProLinc hace exactamente lo que promete, ya que se deshace de los callos y la acumulación de piel seca en tres a cinco minutos, sin tener que raspar o lastimar los pies. 


La forma en que se utiliza es sumergiendo los pies en agua tibia durante al menos cinco minutos. (Yo muchas veces lo aplica tras bañarme, por lo que puedo brincar este paso). Aplicas una capa delgada de producto directamente en las partes ásperas y callosas utilizando una toalla de papel o también puedes usar tus manos (es importante lavarlas inmediatamente tras la aplicación). Espera de 3 a 5minutos y ¡Listo! ¡Llego el momento de retirar! Talla suavemente con una lija, esponja o piedra para pies y verás como sin enfuerzo se retira toda la piel áspera. Enjuaga bien y aplica tu crema para humectar favorita. 


Es sorprendente como reduce el tiempo invertido, dejándote con la misma sensación de un pedicure spa. Recomiendo no abusar del producto o con el tallado, ya que puedes llegar a tallar de más y lastimar tu piel. 


¡Lo amo!


Yo casi siempre puedo encontrarlo en MercadoLibre o en Amazon en aprox. $280 a $400 pesos MXN.





2. Band-Aid Friction Blister Block Stick by Band-Aid (Protector contra fricción)


Parecida a un mini desodorante, esta barra es un poderoso lubricante que reduce al instante el roce en la piel, lo que hace un básico al momento de usar tacones o zapatos abiertos por largo rato.


Su fórmula lubricante se desliza suavemente sin dejar rastros grasosos o cremosos, formando una barrera invisible, de aplicación fácil y sin complicaciones.


Seguramente podrás encontrar algún sustituto en farmacias o tiendas de conveniencia, sim embargo el mío ha durado años y me acompañado a estrenar todo tipo de zapatos sin ampollas en dedos, talones u partes donde el pie hace fricción. 


Tristemente ha sido descontinuado, pero podrás encontrar algo similar como el Bálsamo Para Pies Body Glide Sports Work Everyday en Amazon en aprox. $180 pesos MXN.



3. Burt's Bees Crema para pies de coco


En lo personal no soy amante del coco, sin embargo, esta crema tiene un olor muy sutil y súper efectiva para hidratar profundamente talones partidos gracias a su mezcla de glicerinas, lanolinas, aceite de coco y vitamina E. Su efecto hidratante y calmante ayuda a desinflamar pies cansados y dejarlos listos para cualquier aventura.


Yo lo aplico por las noches en todo el pie y los cubro con un calcetín. La crema es espesa, aunque no es grasosa y tras unas horas desaparece al 100% absorbida por los pies.


Puedes encontrarla en Amazon, tiendas de conveniencia y departamentales en distintos tamaños, en aprox. $250 pesos MXN.




4. Exfoliante Calmante de Piedra Pómez y Menta para Pies de The Body Shop

Unos pies frescos y descansados son unos pies felices. Este exfoliante te ayuda a conseguir una piel preciosa y refrescada con sus aceites esenciales de menta, gránulos de roca volcánica (en mi rancho se dice piedra pomex) y aceite de almendra, los cuales eliminan las células muertas de la piel dejando una sensación de frescura y descanso.


La puedes encontrar en tiendas departamentales o directamente en The Body Shop en aprox. $250 pesos MXN.




5. Dr Teal's Sales De Epsom Eucalipto y Menta


Disfruta de un baño o remojo desintoxicante (ya sea en una tina pequeña o tina de baño). Agrega un poco de sales de epsom al agua caliente e introduce tus pies para un alivio instantáneo.


Los baños de sal de Epsom del Dr. Teal combinan sal de Epsom pura (sulfato de magnesio U.S.P.), la cual es un tipo de sal muy utilizada para relajar músculos cansados ​​y adoloridos y ayuda a refrescar la piel, con aceites esenciales de menta y eucalipto para ayudar a calmar los sentidos y ayudar a aliviar el estrés. Dicen que también ayuda a conciliar el sueño tras un baño.

 

Remoja tus pies al menos 5 minutos antes de iniciar tu pedicura o aplicar otro tratamiento y verás la diferencia en instantes (una exfoliación más rápida y profunda, mejor absorción de cremas y pies desinflamados). 


Encuentrala en farmacias y tiendas de servicio como Walmart o en Amazon por aprox. $120 pesos MXN.


Recuerda que puedes usarlos en el siguiente orden: 

  1. Remoja: Dr Teal's Sales De Epsom Eucalipto y Menta
  2. Remueve: ProLinc Callus Remover de Be Natural (Remover de Callosidades)
  3. Exfolia: Exfoliante Calmante de Piedra Pómez y Menta para Pies de The Body Shop
  4. Humécta: Burt's Bees Crema para pies de coco
  5. Protege: Band-Aid Friction Blister Block Stick by Band-Aid (Protector contra fricción)


Para una pedicura en casa solo te hará falta tiempo, pero si lo encuentras, estos te ayudarán a disfrutarlo al máximo. 

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Recuerdo claramente tener 8-9 años y escuchar de boca de “Miss Susana” unas palabras que me quedaron tatuadas en el cerebro. Palabras más, palabras menos, me dijo: “Nunca he conocido una persona que lea tanto como tú y que tenga tan mala ortografía”.


En ese entonces Susana Becerini era una eminencia en literatura, autora publicada y (por alguna mala jugada del karma) supervisora del curso de regularización en ortografía para toda la primaria.


Nunca me lo perdí. Participé en ese curso por 6 años seguidos…y sin resultados.


Puedo decir con orgullo que siempre fui una excelente alumna, con buenas notas y muchos reportes de conducta, sin embargo, mi madre habrá considerado la escuela de verano como una alternativa más provechosa que los campamentos o cursos de verano de juegos y manualidades. Asistí al taller de matemáticas, inglés y civismo para matar el tiempo, pero el de ortografía era mío por derecho.


20 años después la ortografía sigue siendo mi coco. Es el enemigo que acompaña día a día en mi profesión de comunicador y que me obliga a retarme y mirar dos veces cada párrafo que escribo.


Por otro lado, la convivencia me ha hecho ver que existen 2 tipos de personas: los “gramar-nazis” y a los que les importa un cacahuate.


Los primeros tienen sumamente desarrollada la capacidad lingüística y pueden detectar una falta de acentos, o el uso de puntuaciones erróneas a kilómetros. (Dios sabe que los envidio). Pero también suelen sufrir una incomodidad profunda, casi dolorosa, al leer un texto con errores, los cuales inmediatamente deben señalar, cortando así cualquier hilo de conversación con tal de hacer evidente el garrafal error.


Los segundos vienen en distintas presentaciones, pudiendo encontrar los que aún tienen un poco de vergüenza y acuden al poderoso Google o Word para esconder su ignorancia, ¡o los MeGA acT!v0s EM r4d4s s0C!aLes (los cuales no entiendo como leen o redactan jeroglíficos).


Sea cual sea la razón de estas diferencias, el hecho es que escribir y permitirse un poco de “diarrea mental” es un ejercicio catártico y personal, que aún con una mala ortografía no deberá negársele a nadie jamás.


 En palabras de Antonio Castro:

“Una estupidez bien escrita sigue siendo una estupidez, y un maravilloso pensamiento escrito con incorrección sigue siendo maravilloso.”


Anticipadamente me disculpo por los errores que puedan encontrar en estos textos (no se apuren, no es necesario señalarlos...). Probablemente me tome otros 20 años volver a leer esta página y darme cuenta de la bola de sandeces que escribía en mis tiempos libres. 


Un domingo de bajón puede empezar lentamente o de golpe, cuando comienza a sentirse esa angustia o vacío que parece amargar la vida. 

En realidad, pienso que ese sentimiento está muy ligado a una falta de sentido, soledad que pueden ser evitadas que aprendiendo a aceptar y disfrutar el momento, o bien, dibujando un plan que nos ayude a obtener “la foto” de nuestro plan maestro. 

En cualquiera de los dos casos, hay que disfrutar el trabajo o el descanso.

Creo que la edad y el contexto ayudan para dejar de esperar que cada día sea una aventura empacada de nuevas y existentes aventuras -no porque sea malo en si-, cambiándolas por encontrar un gozo en cosas pequeñas con una alta carga de satisfacción.

  • Comer algo rico
  • Dormir hasta tarde
  • Arreglar el closet o hacer limpieza profunda
  • Armar un plan o investigar cuáles pueden ser tus siguientes pasos
  • Ver un partido de tu equipo favorito
  • Darte un chiqueo o ponerte esa mascarilla que toma más de 15 minutos 
  • O descansar, sabiendo que mundo puede esperar un poco a que recargues pilas y te des un espacio

En fin, creo que ser más amables con las expectativas sobre nosotros mismos nos permite ser un poco más felicites y sanar lentamente tras el estrés de todos los días. 

Así que, si comienzas a sentir ganas de que empiece el lunes con tal de matar el domingo, pregúntate que se te antoja y date el gusto de disfrutar los pequeños palacetes que nos da la vida. 


En la vida hay que admitir cuando simplemente no sabes por dónde, ni cómo hacerle.


En mi caso, ser una señora llego con el anillo, la casa y años después un niño, sin embargo, esto no significo que de la noche a la mañana me convirtiera en un ser organizado o reina del hogar a la Bree Van Der Kamp. 


Odio cocinar, no me gusta lavar platos y rápidamente descubrí que las verduras no duran por siempre en el refri. En fin, para resumir, mi idea de matar el hambre era hacerma una quesadilla o un sandwich. 


Este 2021 y como parte de mis "propósitos", cocinaré o moriré en el intento (yo o mis comensales). 


En mi cabeza esto sonaba claro y fuerte, pero al compartirlo durante una comida, fueron varios los pares de ojos que me vieron con terror. Mi "comadre", una verdadera y consagrada Bree, hada del hogar y generala del orden, me jaló y me sugirió tratar con Themomix. 



El principio me reusé a unirme a esa secta de "yo todo lo puedo", pero trás una semana de alimentos perfectamente preparados (y recalentados), empecé a considerarlo fuertemente. 

Hoy llega a mi casa la famosa Robotina de la era moderna y junto con la emoción me queda la duda ¿¿Qué chingados hice??


Ahora si 2021, cocino o cocino. 


A veces un pensamiento poderoso puede remover tu cerebro por el resto del día..o del mes...o en mi caso por más de un año.

El crear un blog y comenzar la tarea de ordenar y aterrizar mis ideas me parecía un reto titánico, eso sin mencionar la disciplina y la constancia que requiere el proyecto. Encontrar la coherencia entre lo que digo y lo que pienso, me obliga a hacer algo de introspección para separar la basura que flota por ahí y lo que realmente quiero compartir al mundo.

Pero para escalar un muro hay que comenzar por levantarse y para convertirse en nadador hay que entrar al agua. Espero a través de estas entradas acercarme un poco más al sueño de niña de escribir un “cuento” y ver nacer una historia,  grande o chica pueda ser mía y de todos.

Así decreto para mi misma que mis grandes planes no terminarán en buenas intensiones, sino en páginas e ideas curiosas.